Desde antes de la pandemia, la soledad ha sido uno de los problemas más comunes y menos hablados por los cuales atraviesa nuestra sociedad. El aislamiento ha contribuido a que este problema permanezca y se acreciente. Debido a esto, la productividad, compromiso y bienestar general de los colaboradores se ha visto afectado. Conozca en este artículo cómo su empresa puede generar soluciones a través de la transformación del espacio físico para fomentar el compromiso y las relaciones interpersonales.
Prestar atención al compromiso y motivación de los colaboradores es fundamental para el éxito empresarial. Comience por identificar las necesidades de sus colaboradores; cada organización tendrá requerimientos únicos según su cultura, formas de trabajar, número de empleados y funciones. Con esta información, podrá establecer las áreas necesarias en su espacio: oficinas abiertas, privadas, salas de colaboración, espacios sociales, áreas de descanso, etc.
Un espacio flexible le permitirá a un colaborador migrar de un sitio a otro según sus necesidades y las personas con las que quiera comunicarse en ese momento. Según Mohawk, contar con un espacio de trabajo flexible ayuda a mantener la motivación de las personas, por lo tanto, son más innovadoras, productivas y se sienten más satisfechas. De igual forma, los elementos biofílicos en el diseño son relevantes.
Por otro lado, la soledad y falta de interacción también puede ser satisfecha a través de espacios sociales. Las nuevas tecnologías y las redes sociales nos permiten conectarnos en niveles nunca pensados; sin embargo, muchas personas se desconectan de su entorno al estar navegando en sus teléfonos celulares.
Crear lugares de trabajo que sean atractivos para los colaboradores requiere más planificación y más gasto en diseño que un espacio de trabajo regular. Sin embargo, estos costos pueden ser compensados al aumentar la productividad y la satisfacción, así como reducir las tasas de rotación.
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